Actividad: En tu cuaderno de
ciencias copia lo que se encuentra resaltado como parte de la información del
tema que estamos trabajando ahora de manera virtual. Al igual las imágenes
¿Qué es un enlace químico?
Es la unión que
forman dos partículas (átomos, moléculas o iones) debido a la fuerza
de atracción que existe entre ambas, la fusión de átomos y
moléculas para formar compuestos
químicos más grandes y complejos dotados de estabilidad.
En este proceso los átomos o moléculas alteran
sus propiedades físicas y químicas, constituyendo nuevas sustancias homogéneas.
Los enlaces químicos se pueden dividir
en 3 grupos:
- Enlaces covalentes
- Enlaces iónicos
- Enlaces metálicos
Entre
los tipos o clases de enlaces químicos mencionados anteriormente, el enlace
covalente es el que se desarrolla en la uniones adhesivas mediante el
uso de adhesivos orgánicos en base a polímeros, a continuación se detalla y se
explica la manera en que actúan estos tipos de enlaces químicos.
Enlaces Covalentes
Los enlaces covalentes se definen como
la unión que se produce entre 2 átomos por
la compartición de 2 o más electrones de su capa externa con objeto de formar
una molécula estable.
Un ejemplo claro es la molécula de
Cloro, el cloro en estado natural se presenta como una molécula formada por 2
átomos de cloro, dichos átomos de cloro se encuentran unidos mediante un enlace
covalente producido por la compartición de 2 electrones
Durante
este proceso 2 átomos se han unido para formar una molécula, obviando la teoria
de los orbitales moleculares enlazantes / antienlazantes y con objeto de
explicarlo de una manera sencilla, podemos decir que 2 orbitales atómicos (Cl +
Cl) se unen para formar un nuevo orbital molecular (Cl2).
Los
orbitales se definen como las regiones de los átomos o moléculas donde se
encuentran los electrones.
Dentro de los enlaces covalentes nos
encontramos con 2 tipos de enlaces covalentes que se pueden originar:
- Enlace covalente polar
- Enlace covalente apolar
En un enlace covalente polar uno de los átomos ejerce una atracción mayor sobre los electrones de enlace que otro. Esto depende de la electronegatividad de los átomos
que se enlazan. Cuando la diferencia de electronegatividad entre los átomos de
enlace está entre 0.5 y 2.0, la desigualdad con que se comparten los electrones
no es tan grande como para que se produzca una transferencia completa de
electrones; el átomo menos electronegativo aún tiene cierta atracción por los
electrones compartidos.
Los enlaces
covalentes polares se llaman polares porque al compartir desigualmente los
electrones se generan dos polos a través del enlace; un enlace covalente polar
tiene polos positivo y negativo separados. El polo negativo está centrado sobre
el átomo más electronegativo del enlace y el polo positivo está centrado sobre
el átomo menos electronegativo del enlace
Cuando el enlace covalente no polar lo forman dos átomos del mismo elemento, la diferencia de electronegatividad es cero, entonces se forma un
enlace covalente no polar. El
enlace covalente no polar se presenta entre átomos del mismo elemento o entre
átomos con muy poca diferencia de electronegatividad. Un ejemplo es la molécula de hidrógeno, la cual está formada por dos átomos del mismo
elemento, por lo que su diferencia es cero. Otro ejemplo, pero con átomos diferentes, es el metano. La
electronegatividad del carbono es 2.5 y la del hidrógeno es 2.1; la diferencia
entre ellos es de 0.4 (menor de 0.5), por lo que el enlace se considera no
polar. Además el metano es una molécula muy simétrica, por lo que las pequeñas
diferencias de electronegatividad en sus cuatro enlaces se anulan entre sí.
Muchas sustancias mantienen unidas sus moléculas entre sí en el seno líquido o
sólido. Esto es debido, además de las condiciones de presión y temperatura, por
las fuerzas de Van der Waals. Estas se producen aún en moléculas no polares por
el movimiento de los electrones a través de las moléculas; en lapsos sumamente pequeños de tiempo,
los electrones de las mismas se "cargan" hacia un extremo de la
molécula, produciendo pequeños dipolos y manteniendo las moléculas muy cercanas
entre sí.
La diferencia de electronegatividad
entre los átomos no es lo suficientemente grande como para que se produzca una
unión de tipo iónica. Para que un enlace covalente se genere es necesario que
la diferencia de electronegatividad entre átomos sea menor a 1,7.
De
esta forma, los dos átomos comparten uno o más pares
electrónicos en un nuevo tipo de orbital, denominado orbital
molecular. Los enlaces covalentes se producen entre átomos de un mismo
elemento no metal y entre distintos elementos no metales.
Cuando átomos distintos de no metales
se unen una forma covalente, uno de ellos resultará más electronegativo que el
otro, por lo que tenderá a atraer la nube electrónica del enlace hacia su núcleo,
generando un dipolo eléctrico. Esta polarización permite que las moléculas del
mismo compuesto se atraigan entre sí por fuerzas electrostáticas de distinta
intensidad.
Por el
contrario, cuando átomos de un mismo elemento no metálico se unen
covalentemente, su diferencia de electronegatividad es cero y no se crean
dipolos. Las moléculas entre sí poseen prácticamente una atracción nula.
En
síntesis, en un enlace
iónico, se produce la transferencia de electrones de un átomo a otro y en
el enlace covalente, los electrones de enlace son compartidos por ambos átomos.
En el enlace covalente, los dos átomos no metálicos comparten uno o más
electrones, es decir, se unen a través de sus electrones en el último orbital,
el cual depende del número atómico en cuestión. Entre los
dos átomos pueden compartirse uno, dos o tres pares de electrones, lo cual dará
lugar a la formación de un enlace simple, doble o triple respectivamente. En la estructura de Lewis, estos enlaces pueden
representarse por una pequeña línea entre los átomos.
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