Aprendiendo ciencias con Profe. Gabriel

miércoles, 29 de marzo de 2023

¿POR QUÉ SE DEBE EVITAR EL CONSUMO FRECUENTE DE LOS ALIMENTOS ÁCIDOS?

 

¿POR QUÉ SE DEBE EVITAR EL CONSUMO FRECUENTE DE LOS ALIMENTOS ÁCIDOS?

Aprendizajes Esperados: • Identifica la acidez de algunos alimentos o de aquellos que la provocan.• Identifica las propiedades de las sustancias que neutralizan la acidez estomacal.• Analiza los riesgos a la salud por el consumo frecuente de alimentos ácidos, con el fin de tomar decisiones para una dieta correcta que incluya el consumo de agua simple potable.

 La nutrición es el proceso por medio del cual el organismo obtiene de los alimentos ingeridos los nutrientes que necesita. La digestión es un proceso mediante el cual los alimentos son degradados y reducidos hasta llegar a ser unas pequeñas partículas *moléculas*, que pueden ser adsorbidas por las células del cuerpo.

¿Qué es una alimentación saludable?

la alimentación saludable es aquella que proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, conservar o restablecer la salud, minimizar el riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, gestación, lactancia, desarrollo y crecimiento adecuado. Para lograrlo, es necesario el consumo diario de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carnes, aves y pescado y aceite vegetal en cantidades adecuadas y variadas. Si lo hacemos así, estamos diciendo que tenemos una alimentación saludable.

 Nuestra alimentación es un tema de gran importancia porque está íntimamente relacionada con nuestra salud. lo que comemos, además de darle a nuestro organismo el aporte energético necesario para desarrollar sus funciones, también puede contribuir a que gocemos o no de una vida sana. Hay alimentos que son ácidos, no por el pH que tienen, sino por el efecto que tienen en el organismo después de la digestión.

Dentro de los alimentos ácidos encontramos los arándanos, la ciruela pasa, los jugos procesados de frutas, las papas, el chocolate, el maíz, la avena, el arroz, los quesos procesados, la mantequilla de maní, la cerveza, el alcohol, el vino, los fideos, los macarrones, las drogas químicas y los edulcorantes artificiales, entre otros. el exceso de acidez en la alimentación puede destruir los huesos, provocar acné, dolor muscular, baja energía, ataques de pánico, falta de deseo sexual, sabor metálico en la boca, enfermedades por hongos, gastritis, colitis, caída excesiva del cabello, esquizofrenia y cáncer, entre otras enfermedades. por eso se debe evitar el consumo frecuente de los alimentos ácidos. Pero esto no significa que todos los alimentos ácidos se deban evitar, el cuerpo necesita mantener un equilibrio entre lo ácido y lo alcalino.

El PH o potencial de Hidrógeno que muestra el grado de alcalinidad o acidez de una solución. Un pH por debajo de 7,0 es ácido mientras que un pH por encima de 7,0 es alcalino.
Un desequilibrio ácido puede:

  • reducir la capacidad del cuerpo para absorber los minerales y otros nutrientes
  • reducir la producción de energía en las células
  • reducir capacidad para reparar las células dañadas
  • reducir a capacidad del cuerpo para desintoxicar los metales pesados
  • permitir que las células tumorales crezcan

 

El exceso de acidez en la alimentación puede destruir los huesos, provocar acné, dolor muscular, baja energía, ataques de pánico, falta de deseo sexual, sabor metálico en la boca, enfermedades por hongos, gastritis, colitis, caída excesiva del cabello, esquizofrenia y cáncer, entre otras enfermedades. Por eso se debe evitar el consumo frecuente de los alimentos ácidos.

¿Qué es la acidez en los alimentos?: El valor del pH indica si una sustancia es ácida, alcalina o neutra. De esta manera, cuando el valor del pH de una sustancia se encuentre entre 0 y 7, ésta se considera ácida. Por otro lado, cuando el valor del pH de una sustancia es mayor que 7 e inferior que 14, se considera alcalina.

¿Por qué evitar los alimentos ácidos?: Así como diferentes sustancias tienen diferentes niveles de pH, diferentes partes del cuerpo también los tienen. De este modo, el pH ideal en la sangre debe encontrarse entre 7.35 y 7.45 (ligeramente alcalino). Pero, el pH del estómago debe situarse en 3.5, ya que la acidez ayuda a descomponer las moléculas de los alimentos con más facilidad.

¿Cómo se puede neutralizar la acidez estomacal?

Un antiácido es una sustancia, generalmente una base (medio alcalino), que actúa en contra de la acidez estomacal (ácidos generados por las glándulas parietales). Los antiácidos más conocidos son el bicarbonato sódico (NaHCO3), el carbonato cálcico (CaCO3) y el hidróxido de magnesio (Mg(OH)2) o de aluminio.

Los antiácidos son bases débiles, por lo que desarrollan básicamente un mecanismo de reacciones de neutralización al reaccionar con el ácido estomacal y formar agua y una sal.
Los antiácidos sirven para contrarrestar el exceso de acides estomacal, por lo que son sustancias básicas.

ALIMENTOS QUE SE DEBEN DE COMER 
Nuestro cuerpo necesita una serie de compuestos químicos para obtener la energía que necesita, para formar o reparar tejidos y para llevar a cabo los complicados procesos bioquímicos que suceden en nuestro interior. para poder disponer de esos nutrientes, debemos obtenerlos de los alimentos que ingerimos. los nutrientes no están simplificados en los alimentos, sino que el organismo debe descomponerlos para asimilarlos en forma de moléculas sencillas. las cantidades que necesitamos de esos nutrientes son diferentes, como también lo son las cantidades que obtenemos de los distintos alimentos.

LAS PROTEÍNAS: Las proteínas son el principal componente del que están hechos nuestros tejidos y algunas de las principales moléculas reguladoras (enzimas, hormonas, etc). es decir, nuestros cuerpos están compuestos fundamentalmente de proteínas. Las proteínas son macromoléculas muy complejas creadas a partir de la unión de otras moléculas más sencillas llamadas aminoácidos. cuando ingerimos proteínas, nuestro organismo las descompone en aminoácidos que utiliza para crear sus propias proteínas (y con ellas los tejidos, las enzimas, las hormonas, etc.

CARBOHIDRATOS: O hidratos de carbono, también llamados glúcidos (o azúcares) son la principal fuente de energía del organismo. es decir, es el alimento con que se nutren nuestras células. se trata de moléculas formadas por unidades de carbono, hidrógeno y oxígeno. Los carbohidratos son descompuestos a través de enzimas digestivas específicas que se encargan de transportarlos hasta la sangre o hasta el hígado, donde se almacena en forma de glucógeno para ser lanzado al torrente sanguíneo cuando es preciso. el cerebro es el principal consumidor de glucosa y el índice glucémico (nivel de azúcar) que debemos tener en sangre es muy específico y delicado. por eso lo más saludable es consumir preferiblemente azúcares compuestos de absorción lenta como vegetales, cereales integrales y legumbres. La fibra es un tipo de carbohidrato que nuestro cuerpo no puede digerir. sin embargo, juega un importante papel en la flora intestinal y da consistencia a las heces favoreciendo el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento.

LAS GRASAS: Las grasas (o lípidos) son diferentes tipos de sustancia que tienen como característica común que no pueden diluirse en agua. Su principal función dentro del organismo es servir como reserva energética, pero además forman parte de las membranas celulares, mantienen la temperatura corporal, protegen órganos vitales como el corazón, transportan vitaminas liposolubles y ayudan en la síntesis de vitaminas y hormonas, entre otras funciones.

LAS VITAMINAS: Las vitaminas son nutrientes que el organismo necesita en cantidades muy pequeñas. no suponen una fuente de energía, pero las vitaminas son imprescindibles para realizar numerosas reacciones metabólicas y su carencia provoca enfermedades graves.

LOS MINERALES: El ser humano los necesita para mantener el buen funcionamiento del cuerpo y garantizar, entre otros, la formación de los huesos, la regulación del ritmo cardiaco y la producción de las hormonas.

 En la dieta normal, los macrominerales son aquellos que el organismo necesita en cantidades más grandes. Por ejemplo el calcio, fósforo, magnesiopotasio, azufre, cloro y sodio.

Las funciones de cada uno de los macrominerales son.

  • Los minerales que aportan calcio, uno de los responsables en la formación de los dientes y de los huesos, están presentes fundamentalmente en los lácteos y los derivados lácteos. Además, también podemos encontrar el calcio en hortalizas de hojas verdes, como el repollo, el brócoli, la col rizada, los nabos o la berza común, el salmón, las sardinas, frutos secos como las almendras o las semillas de girasol y legumbres secas, entre otros productos.
  • En el caso del magnesio, uno de los macroelementos que participa en la actividad de muchas enzimas, se puede encontrar principalmente en vegetales, en frutas como el albaricoque o en frutos secos, uno de los grupos de alimentos que más magnesio contienen. 
  • El fósforo es otro de los macroelementos que participa en la formación de los dientes y los huesos junto con el calcio. Se puede obtener principalmente en productos proteícos como la carne y la leche.
  • El potasio participa en la comunicación entre los nervios y los músculos. Principalmente puede obtenerse de verduras como las espinacas, de las uvas o las moras, de las zanahorias, los plátanos, las patatas y las naranjas. 
  • El azufre participa en la síntesis del colágeno e interviene en el metabolismo de los lípidos, entre otras funciones. El queso, las legumbres, la cebolla, el ajo, los frutos secos, la carne roja y las legumbres son los alimentos que lo contienen. 
  • El cloro ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos corporales. La principal fuente de la que lo obtiene el ser humano es de la sal de cocina y de verduras como las algas marinas o la lechuga. Los tomates, las aceitunas, el centeno y el apio son algunos de los alimentos que también contienen niveles altos de apio.
  • Al igual que el potasio, el sodio ayuda en las funciones de los nervios y los músculos y junto con el cloro, en el mantenimiento del equilibrio de los líquidos corporales. La mayor fuente de sodio es el cloruro de sodio, más conocido como sal común.
  • Entre otras funciones, el hierro participa en el transporte de oxígeno y su déficit puede provocar anemia. Se encuentra principalmente en la carne roja, las legumbres, el salmón, el atún, las frutas deshidratadas, los huevos, las ostras o los cereales, entre otros alimentos.
  • El manganeso es imprescindible para el buen funcionamiento del organismo. Las nueces, el té, las legumbres, las semillas, las verduras de hoja verde y los cereales integrales son la principal fuente natural de este oligoelemento.
  • La formación de los glóbulos rojos está vinculada con el cobre. Este mineral se puede obtener del marisco, las legumbres, las nueces, las patatas, las verduras de hoja verde y las frutas deshidratadas, entre otros.
  • El selenio participa en actividades como la reproducción la regulación de la hormona tiroidea. Al igual que otros oligoelementos, está disponible en la carne, la leche y sus derivados, el pan y los cereales y el marisco.
  • El yodo participa en la producción de las hormonas tiroideas y ejerce un papel fundamental durante el embarazo. Las personas pueden obtenerlo de pescado como el atún o el bacalao, del marisco, los lácteos, los cereales, la sal común y algunas frutas y vegetales.
  • El cobalto actúa para estimular y conseguir el buen funcionamiento de los glóbulos rojos. Se encuentra fundamentalmente en almejas, pescados, quesos, carne roja, en cereales integrales, en frutas como las peras, las cerezas, las legumbres y en frutos secos como las avellanas y las nueces, entre otros.
  • El cinc es uno de los oligoelementos que ayuda a que el sistema autoinmune funcione de forma adecuada. Se encuentra principalmente en la carne del cerdo y del cordero, en legumbres, levadura y las nueces. Las frutas y las verduras no contienen tasas elevadas de este mineral.
  • El flúor interviene en la formación y en el fortalecimiento de los huesos y los dientes. Se encuentra en las aguas fluoradas, el té, el café, el pescado, el marisco y en vegetales como las espinacas o la col

  • ¿Qué son las vitaminas?

Las vitaminas son sustancias que ayudan al correcto funcionamiento del organismo de los seres vivos pero que, en general, no son sintetizadas por su cuerpo, es decir, deben obtenerse del exterior a través de la alimentación.

Se trata de nutrientes esenciales para el organismo, cuya ausencia prolongada (avitaminosis) conduce a enfermedades y debilita el organismo, pero cuyo exceso (hipervitaminosis) puede también ser perjudicial.

Sin embargo, la necesidad de vitaminas del organismo es relativamente pequeña, pues suelen almacenarse en el cuerpo y se van consumiendo paulatinamente. Las necesidades vitamínicas pueden satisfacerse mediante una dieta más o menos balanceada, sobre todo incluyendo alimentos crudos como frutos o vegetales, ya que algunas vitaminas se descomponen con facilidad en el agua de la cocción.

Vitamina A. Se ocupa de mantener en buen estado los dientes y tejidos óseos. Además, contribuye a mantener una buena visión, sumado a una piel y mucosas sanas.

Vitamina B2. Es un micronutriente necesario para muchos procesos celulares. Es muy importante para el metabolismo energético y de lípidos, carbohidratos y proteínas.

Vitamina B3. Es muy importante para la reparación del ADN.

Vitamina B5. Es esencial para la síntesis de carbohidratos, proteínas y grasas.

Vitamina B6. Forma parte de los procesos que regulan el estado de ánimo y el sueño. Además, interviene en la síntesis de adrenalina y dopamina. Aumenta el rendimiento muscular y la generación de energía en el cuerpo. El cuerpo la necesita para producir glóbulos rojos y anticuerpos. Por otra parte, se puede utilizar para aliviar las náuseas. Es muy importante para que funcionen las células nerviosas y también forma parte del proceso de síntesis de ADN y ARN.

Vitamina B7. Es muy importante para los mecanismos de degradación de grasas y algunos aminoácidos, aunque también interviene en la síntesis de estos compuestos.

Vitamina B9. Interviene en el proceso de maduración de proteínas estructurales y la hemoglobina.

Vitamina B12. Es imprescindible para que el cerebro funcione correctamente. También interviene en el funcionamiento del sistema nervioso, en la producción de la sangre y algunas proteínas.

Vitamina D. Es fundamental en el metabolismo del calcio y el fósforo, por lo que es muy importante en la formación y mantenimiento de los huesos y dientes.

Vitamina E. Tiene un papel antioxidante fundamental en el organismo humano y de los animales.

Vitamina K. Juega un papel fundamental en la coagulación de la sangre.

 







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