Tema 4: La SEXUALIDAD
RESPONSABLE.
Aprendizaje Esperado:
Argumenta los beneficios de aplazar el inicio de las relaciones sexuales y de
practicar una sexualidad responsable, segura y satisfactoria, libre de miedos,
culpas, falsas creencias, coerción, discriminación y violencia como parte de tu
proyecto de la vida en el marco de la saludad sexual y reproductiva.
Los aparatos reproductores
masculino y femenino, producen hormonas y fomentan el desarrollo de las gónadas
a partir de la pubertad, siendo en esta etapa que empieza el desarrollo de los
gametos masculinos (espermatozoides) y femeninos (óvulos), gracias a este
proceso de desarrollo es como nuestro organismo es capaz de reproducirse y
dejar descendencia a través de la fecundación (unión del óvulo con el
espermatozoide), en donde se aporta la mitad de la carga genética por cada uno
de los padres.
Los aparatos reproductores
están compuestos por órganos externos e internos y también los podemos dividir
según la función de sus partes como lo son las gónadas que son las encargadas
de producir hormonas para el desarrollo de espermatozoides en el hombre y óvulo
en la mujer; también tiene una serie de conductos que sirven para transportar a
los gametos para que se puedan fecundar. En la mujer también encontramos un
órgano encargado del desarrollo y evolución del óvulo fecundado, para que a
partir de la unión de dos células se obtenga un organismo humano vivo.
¿Qué es la reproducción?
La reproducción es el proceso por el cual los organismos generan más
organismos de su tipo. Pero, si bien el aparato reproductor es esencial para
mantener viva a una especie, a diferencia de otros sistemas del cuerpo, no es
esencial para mantener vivo a un individuo.
En el proceso de reproducción humana, participan dos tipos de células
sexuales, o gametos. El gameto masculino, o espermatozoide, y el
gameto femenino, u óvulo, se unen en el sistema reproductor femenino. Cuando un
espermatozoide fertiliza (se une) a un óvulo, este óvulo fertilizado recibe el
nombre de cigoto. El cigoto atraviesa un proceso en el que se
convierte en embrión y se desarrolla hasta ser un feto.
Para la reproducción, se necesita tanto del aparato reproductor
masculino como del aparato reproductor femenino.
Los seres humanos, al igual que otros organismos, pasan algunas de sus
características a la siguiente generación. Lo hacemos a través de
nuestros genes,
los transmisores especiales de rasgos humanos. Los genes que los padres
transmiten son los que hacen que esos niños se parezcan a otras personas de la
familia, pero también que cada niño sea único. Estos genes provienen del
espermatozoide masculino y del óvulo femenino.
¿Qué es el sistema reproductor femenino?
La parte externa de los órganos reproductores femeninos se
denomina vulva, que significa "cubierta". La vulva, que
está ubicada entre las piernas, cubre la abertura que conduce a la vagina y a
otros órganos reproductores ubicados dentro del cuerpo.
La zona carnosa ubicada justo por encima de la parte superior de la
abertura vaginal recibe el nombre de monte de Venus. La abertura vaginal está
rodeada por dos pares de pliegues de piel llamados labios. El clítoris,
un pequeño órgano sensorial, está ubicado hacia la parte delantera de la vulva,
donde se unen los pliegues de los labios. Entre los labios, hay aberturas hacia
la uretra (el canal que transporta la orina desde la vejiga
hacia la parte externa del cuerpo) y la vagina. Cuando una niña alcanza la
madurez sexual, los labios externos y el monte de Venus se cubren con vello
púbico.
Los órganos reproductores internos de la mujer son la vagina, el útero,
las trompas de Falopio y los ovarios.
La vagina es un tubo muscular hueco que se extiende
desde la abertura vaginal hasta el útero. Como posee paredes musculares, la
vagina se puede expandir y contraer. Esta capacidad de ensancharse o
estrecharse permite que la vagina pueda albergar algo tan delgado como un
tampón o tan ancho como un bebé. Las paredes musculares de la vagina están
recubiertas por membranas mucosas, que la mantienen húmeda y protegida.
La vagina cumple tres funciones:
- Es el lugar donde se
inserta el pene durante las relaciones sexuales.
- Es el camino (canal
de parto) a través del cual un bebé abandona el cuerpo de la mujer durante
el alumbramiento.
- Es la vía a través
de la cual se elimina la sangre menstrual durante los períodos.
La abertura de la vagina está parcialmente cubierta por un trozo
delgado de tejido similar a la piel, que recibe el nombre de himen.
El himen suele ser diferente de una mujer a otra. En la mayoría de las mujeres,
el himen se estira o rasga después de la primera experiencia sexual y es
posible que sangre un poco (esto suele provocar algo de dolor o puede resultar
indoloro). No obstante, en algunas mujeres que han tenido relaciones sexuales,
el himen no sufre grandes modificaciones. Y en algunas mujeres, el himen ya está
estirado incluso antes de que comiencen a tener relaciones sexuales.
La vagina se conecta al útero en el cuello
del útero. El cuello del útero tiene paredes fuertes y gruesas. La abertura
del cuello del útero es muy pequeña (no es más ancha que una pajilla), razón
por la cual un tampón no puede quedar nunca dentro del cuerpo de una mujer.
Durante el parto, el cuello del útero se puede expandir para permitir el paso
del bebé.
Los ovarios también forman parte del sistema endocrino,
porque producen las hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la
progesterona.
¿Cómo funciona el aparato reproductor femenino?
El aparato reproductor femenino permite que una mujer:
- produce óvulos
- tenga relaciones sexuales
- proteja y nutra al
óvulo fertilizado hasta que se desarrolle completamente
- dé a luz
La reproducción sexual no sería posible sin los órganos sexuales
denominados gónadas. La mayoría de las personas creen que las
gónadas son los testículos. Pero los dos sexos poseen gónadas: en la mujer, las
gónadas son los ovarios, que producen los gametos femeninos (óvulos). Las
gónadas masculinas producen gametos masculinos (espermatozoides).
Cuando una mujer nace, sus ovarios contienen cientos de miles de
óvulos, que permanecen inactivos hasta que comienza la pubertad . En la
pubertad, la glándula pituitaria (ubicada en la parte central del cerebro),
comienza a generar hormonas que estimulan a los ovarios para producir hormonas
sexuales femeninas, incluido el estrógeno. La secreción de estas hormonas hace
que una niña se desarrolle y se transforme en una mujer sexualmente madura.
Hacia el final de la pubertad, las niñas comienzan a liberar óvulos
como parte de un período mensual denominado "ciclo menstrual".
Aproximadamente una vez al mes, durante la ovulación, un ovario envía un
diminuto óvulo hacia una de las trompas de Falopio.
A menos que el óvulo sea fertilizado por un espermatozoide mientras se
encuentra en la trompa de Falopio, se secará y abandonará el cuerpo
aproximadamente dos semanas más tarde a través del útero. Esto es lo que se
denomina "menstruación". La sangre y los tejidos del revestimiento
interno del útero se combinan para conformar el flujo menstrual, que en la
mayoría de las muchachas dura de 3 a 5 días. El primer período de una niña se
denomina menarca.
Normalmente, las mujeres y muchachas sienten algunas molestias en los
días previos a sus períodos. El síndrome
premenstrual incluye tanto síntomas físicos como emocionales que
muchas mujeres experimentan antes del período. Entre estos síntomas se encuentran los
siguientes:
El síndrome premenstrual suele empeorar durante los 7 días anteriores
al inicio del período y desaparece una vez que este comienza.
Muchas muchachas también tienen
dolores abdominales durante los primeros días del período debido a las
prostaglandinas, que son sustancias químicas del cuerpo que provocan la
contracción de los músculos lisos del útero. Estas contracciones involuntarias
pueden ser débiles o agudas e intensas.
Después de la menarca, el cuerpo de una muchacha puede tardar dos años
en desarrollar ciclos
menstruales regulares. Durante ese tiempo, su cuerpo se está ajustando a
las hormonas que aparecen en la pubertad. En promedio, el ciclo menstrual de
una mujer adulta es de 28 días, pero puede variar de 23 a 35 días.
¿Qué ocurre si se fecunda un óvulo?
Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales dentro de los días
cercanos a la ovulación de la mujer, es probable que haya una fertilización.
Cuando el hombre eyacula (despide semen por el pene), una pequeña cantidad de
semen queda depositado en la vagina. En esta pequeña cantidad de semen, hay
millones de espermatozoides que "nadan" hacia arriba desde la vagina,
a través del cuello uterino y el útero, para unirse al óvulo en la trompa de
Falopio. Solo hace falta un espermatozoide para fertilizar un óvulo.
Entre 5 y 6 días después de que el espermatozoide fertiliza al óvulo,
el óvulo fertilizado (cigoto) ya es un blastocisto multicelular. Un blastocisto tiene
el tamaño aproximado de una cabeza de alfiler y es una bola hueca de células
con líquido en el interior. El blastocisto se entierra en el revestimiento del
útero, denominado endometrio. Una hormona, el estrógeno, hace que
el endometrio se ensanche y llene de sangre. La progesterona, otra hormona
liberada por los ovarios, mantiene el endometrio ensanchado con sangre para que
el blastocisto sea capaz de insertarse en la pared del útero y absorber los
nutrientes que hay en ella. Este proceso recibe el nombre de implantación.
A medida que las células del blastocisto reciben nutrientes,
comienza otra etapa de desarrollo. En la etapa embrionaria, las células
internas conforman un círculo aplanado denominado "disco
embrionario", que se desarrollará y llegará a ser un bebé. Las células
externas se transforman en membranas delgadas que se forman alrededor del bebé.
Las células se multiplican miles de veces y se mueven a nuevas posiciones hasta
transformarse, finalmente, en el embrión.
Después de aproximadamente 8 semanas, el embrión tiene un tamaño
similar al de una frambuesa, pero ya están formadas prácticamente todas sus
partes (el cerebro y los nervios, el corazón y la sangre, el estómago y los
intestinos, los músculos y la piel).
Durante la etapa fetal, que dura desde la novena semana posterior a la
fertilización hasta el momento del nacimiento, el desarrollo continúa con la
multiplicación, el movimiento y el cambio de las células. El feto flota
en el líquido amniótico que se encuentra dentro del saco amniótico. Recibe
oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre a través de la placenta.
Esta estructura, similar a un disco, se adosa al revestimiento interno del
útero y se conecta con el feto a través del cordón umbilical. La
membrana y el líquido amniótico protegen al feto de los golpes y sacudidas que
pueda sufrir el cuerpo de la madre.
El embarazo dura
un promedio de 280 días; aproximadamente 9 meses. Cuando el bebé está listo
para nacer, su cabeza presiona el cuello del útero y este comienza a relajarse
y ensancharse para prepararse para el paso del bebé hacia la vagina y a través
de ella. En el cuello del útero, la mucosidad habrá formado un tapón que
comienza a aflojarse. Cuando la madre rompe bolsa, el tapón y el líquido
amniótico salen a través de la vagina.
Cuando comienzan las contracciones del trabajo de parto, las paredes
del útero se contraen por la estimulación de una hormona pituitaria, la oxitocina.
Las contracciones hacen que el cuello del útero se ensanche y comience a
abrirse. Después de varias horas de ensanchamiento, el cuello del útero se
dilata (se abre) lo suficiente como para que el bebé salga. El bebé es empujado
hacia afuera del útero, a través del cuello del útero y a lo largo del canal de
parto. Por lo general, primero sale la cabeza del bebé. El cordón umbilical
sale junto con el bebé. Una vez que el bebé nace, se sujeta el cordón con una
pinza y se lo corta a la altura el ombligo.
La última etapa del proceso de parto, que se denomina
"posparto", es la expulsión de la placenta. Después de que se separa
del revestimiento interno del útero, las contracciones de este la empujan hacia
afuera, junto con las membranas y los líquidos.
Estructura del aparato reproductor masculino
El sistema reproductor masculino está formado por el pene, el escroto,
los testículos, el epidídimo, el conducto deferente, la próstata y las
vesículas seminales.
- El pene y la uretra
forman parte del sistema urinario y
reproductor.
- El escroto, los
testículos, el epidídimo, los conductos deferentes, las vesículas
seminales y la próstata constituyen el resto del sistema reproductor en el
varón.
El pene consta de la raíz (que está unida a
las estructuras abdominales inferiores y los huesos pélvicos), la parte visible
del cuerpo y el glande del pene (el extremo en forma de cono). El orificio de
la uretra (el canal que transporta el semen y la orina) se encuentra en la
punta del glande del pene. La base del glande recibe el nombre de corona. En
los hombres no circuncidados, el prepucio parte de la corona y cubre el glande.
El pene contiene tres espacios cilíndricos (senos llenos de
sangre) de tejido eréctil. Los dos más grandes, los cuerpos cavernosos, se
encuentran uno al lado del otro. El tercer seno, el cuerpo esponjoso, rodea
casi toda la uretra. Cuando estos espacios se llenan de sangre, el pene aumenta
de tamaño y se pone rígido (erecto).
El escroto es un saco de piel gruesa que
rodea y protege los testículos. Además, actúa como un sistema de control de la
temperatura para los testículos, porque estos necesitan estar a una temperatura
ligeramente inferior a la corporal para favorecer el desarrollo normal de los
espermatozoides. El músculo cremáster de la pared del escroto se relaja para
permitir que los testículos se alejen del cuerpo para enfriarse, o se contrae
para tirar de ellos y que se acerquen más a este en busca de calor y
protección.
Los testículos son cuerpos ovoides con un
tamaño medio de 4 a 7 cm de largo y de 20 a 25 mL de volumen. En general, el
testículo izquierdo cuelga un poco más que el derecho. Los testículos tienen
dos funciones principales:
Los testículos
- Producir
espermatozoides (que transportan la carga genética del hombre)
- Producir testosterona (la
principal hormona sexual masculina)
El epidídimo consta de un solo conducto microscópico
en espiral que mide casi 6 m de largo. El epidídimo recoge los espermatozoides
del testículo y proporciona el entorno adecuado para que los espermatozoides
maduren y adquieran la capacidad de moverse por el sistema reproductor femenino
y fertilizar un óvulo. Cada testículo tiene un epidídimo.
Órganos
reproductores masculinos
El conducto
deferente es un canal firme, del tamaño de un espagueti, que
transporta los espermatozoides desde el epidídimo. Este conducto viaja desde
cada epidídimo hasta la parte posterior de la próstata y se une a una de las
dos vesículas seminales. En el escroto, otras estructuras, como fibras
musculares, vasos sanguíneos y nervios, también acompañan a cada conducto
deferente y juntos forman una estructura entrelazada, el cordón espermático.
La uretra cumple
una doble función en el hombre. Es la parte de las vías urinarias que
transporta la orina desde la vejiga y la parte del aparato reproductor por la
cual se eyacula el semen.
La próstata se
localiza justo debajo de la vejiga y rodea la uretra. Tiene el tamaño de una
nuez en los hombres jóvenes y crece con la edad. Cuando la próstata aumenta
demasiado de tamaño, obstruye el flujo de orina por la uretra y causa síntomas urinarios molestos.
Las vesículas
seminales, situadas encima de la próstata, se unen a los conductos
deferentes para formar los conductos eyaculadores, que cruzan la próstata. La
próstata y las vesículas seminales producen un líquido que nutre a los
espermatozoides. Este líquido suministra la mayor parte del volumen del semen,
y con él se expulsan los espermatozoides durante la eyaculación. El resto del
líquido que forma el semen proviene de los conductos deferentes y de las
glándulas de Cowper en la uretra.
La vesícula
seminal tiene las siguientes relaciones:
- Por su cara anterior, está en
contacto con la vejiga.
- En la cara posterior, se encuentra
el recto.
- En el borde interno, se ubica la
ampolla deferente y triángulo interferencial.
- A través de su borde externo, está
en contacto con los plexos seminales y besico prostáticos.
- Su base, está cubierta por
peritoneo, en relación con uréter.
- Su vértice, es la base de próstata y
su conducto se une al del conducto deferente para formar el conducto
eyaculador .
- Las arterias para las vesículas
seminales proceden de las arterias vesical inferior y rectal media, ramas
de la iliaca interna. Las venas acompañan a las arterias del mismo nombre.
- Los ganglios iliacos, sobretodo los
internos reciben la linfa de las vesículas seminales.
- Las paredes de estas vesículas contienen
un plexo de fibras nerviosas y algunos ganglios simpáticos. Las fibras
simpáticas pre sinápticas, atraviesan los nervios lumbares
superiores e hipogástricos, hasta llegar a los nervios asplácnicos de la
pelvis y las fibras parasimpáticas pre sinápticas, los nervios
asplácnicos de la pelvis, hasta alcanzar los plexos hipogástricos.